Estabas adentro, muy adentro.. pasabas y eras como nada.. así lo pensé, así lo decidí, así te reprimí. Sin embargo, siempre has estado aquí. Odio sentir que todavía te quiero y te extraño, odio sentir que tus labios, tan hermosos, se plantan para que yo los admire. Odio saber que un día te bese con locura y me provocabas esas mariposas en todo el cuerpo, y de paso te aprovecha todo. Ahora aquí estas de nuevo, has salido palpitante, real, bello, alucinante y provocante. Sabes, me encantaría que me agarres de la mano, como antes, y fuéramos a jugar billar, como antes. Me provocas de nuevo, me provoca tu sonrisa hermosa cuando te ríes conmigo, me provoca tus labios preciosos cuando a penas me miras, la verdad, ahora quiero estar contigo. Necesito sacar esto, necesito conseguir aunque sea un beso tuyo, necesito probarlos de nuevo, necesito verte a los ojos y con mi mirada expresarte todo lo que en este momento siento por ti. Pero odio sentirlo, lo odio, porque tú a penas te acuerdas de mi, aunque nos vemos todos los días. Te amo, eso me provoca decir ahorita, y me gustas mucho. No puedo ocultarlo en estos momentos, y cuando tenga una oportunidad te lo diré. Lastima, que eres un estúpido engreído y que te refugias en algo más.
