Hace tiempos, hace años que no escribo. Y hoy, quiero hacerlo.
Como un puñal enterrado en el corazón siento, lo siento como antes, como cuando destruían mi ser, como cuando destruían las pocas ilusiones en el amor que tenía. Como cuando me aferraba a cualquiera, cuando me aferraba al amor efímero de alguien que nunca valoró mi ser. Ahora, es diferente ya tengo un valor, pero siento que he retrocedido, lo he hecho con solo sentir el dolor en mi corazón, en mi pecho que presiona. Me fumo un cigarrillo, de esos que dicen que tienen caca de rata, no lo sé, pero son fuertes. El sabor es intenso y es simple. El cigarro me acompaña en ese proceso de dolor, me da más dolor físico y me gusta. Soy tolerante al dolor. Soy tolerante al dolor.
Mejor escribiré, escribiré horas interminables si así lo quiero. No quiero retroceder, no quiero pelear, no quiero ser el centro de atención. Quiero llorar, quiero que me duela y que me pase ya.
El amor, es un imbécil viejo que lo sabe todo. Y por eso duele.