Te enterraré ahora!

Tan solo bastó una salida amena, platicar, fumar, tomarnos unas cuantas birrias, para saber que me gustabas más de lo que pensé. Al ver mi alma que sufría por un amor retorcido y al ver tu alma sangrada por otro amor que se iba, supe que nuestro destino era encontrarnos y conocernos más. De pronto, entre risa, ojos juguetones, caricias con las manos, suspiros profundos y pensamientos de un amor efímero, nos acercamos más. Recuerdo la vez que jugamos billar, y yo me tomé una cerveza, mis hormonas se alborotaron y se  me subió todo... todo  que hasta  tenía tantas ganas de besar esos hermosos labios rosados carnudos que tienes. Me controlé y no lo hice. y así pasaron los días tan ameno. Y un día en nuestro constante sentimiento de locura y pasión, nos besamos. Fue un beso que me llevo al cielo, de  esos que tenia años de no sentir, de esos que hizo que mi amor retorcido pasará en segundo plano.  Wow!.. mi estómago estalló con los llantos de aquellas mariposas estremecidas por el sentimiento. Te quise más mi amor! y así pasó el tiempo. Tu ilusionado y yo ilusionada. los dos tontos íbamos, veníamos, me esperabas, te esperaba, te invitaba a comer y luego tú. Todo era una completa fantasía de la cual nunca quería despertar. Y siempre me dijiste que a tí era al que te hacían daño. que eras tú el que salia sufriendo siempre... Vaya que si eran solo palabras, porque ahora me toca enterrarte a tí. Porqué cambiaste tanto mi niño, porque me dejaste sola en el billar, porque no quisiste agarrarte de mi mano y ser juntos la felicidad del ahora. Ahora  tan frío, tan mujeriego, tan estúpido en tus palabras de amor hacia otras mujeres. Ahora te valí verga y si lo haz hecho, mi objetivo principal será que tú me valgas tres millones de veces más verga. Nunca me dijiste nada, siempre hablábamos porque yo te lo pedía, nunca dijiste que solo querías usarme, aunque yo también lo hice y mucho, y simplemente dejarme sin decir nada. Maldito amor suplente que llegaste a mi vida. Ahora, como son las cosas, mi amor retorcido a llegado otra vez, recargado, más potente, y totalmente diferente. Y hoy, hoy, te extraño a ti mi puto amor de cama y sábanas alcoholizadas, y no puedo hacer nada, porque desde ahora enterraré tu amor para siempre.